Es curioso cómo a pesar de no
buscar una relación ahora mismo, siempre busco unas facetas determinadas que la
puedan provocar. Me explico.
He ido conociendo alguna que otra
gente desde que estoy libre de ataduras sentimentales y siempre me han atraído
los chicos con los que ha habido una complicidad determinada, con los que en
otro momento de mi vida podría llegar a enamorarme a pesar de no ser capaz de
estarlo ahora. Claro que a veces la libido y el morbo te juegan malas
pasadas, o no tan malas, pero eso no deja de ser
una diversión mutua y consentida por las dos partes (o las partes
que haya, que aquí cada cual es libre), que no interviene en la ecuación
anterior. El sexo es la guinda del pastel, estamos de acuerdo, pero la guinda
cae sola y el pastel sigue estando igual de bueno. Nunca mejor dicho.
Supongo que al final te acabas
rodeando de personas con unos gustos, unos objetivos o unos intereses semejantes a
los tuyos. Que los polos opuestos difícilmente se atraen.
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