Soy un desastre, aunque eso no es ninguna
novedad ya y mi habitación es el ejemplo perfecto. Un espacio bastante caótico
lleno de papeles, cables, focos y chorradas, y mejor no hablemos del atrezzo y
vestuario para fotos porque podría quedarme aquí horas escribiendo. Si no fuera
sólo eso… ¿Organizarme? JA. Llego tarde a todos lados, siempre me pasa algo que
aunque intente llegar a tiempo o antes, acabo por salir por la puerta a la hora
que había quedado.
Pero de todo esto vas aprendiendo algo:
siempre llevo un cepillo de dientes y una muda en la mochila porque nunca sabes
cuándo has de salir corriendo.
- En ese momento sonó el teléfono, sonreí-.
Lo siento, he de irme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario